Dominar un idioma extranjero no es el único requisito para poder especializarte en la docencia. Además de la formación básica en este campo, también es necesario que los profesores midan sus conocimientos lingüísticos con pruebas homologadas en cada país o región. Este proceso se conoce como habilitación lingüística.
En nuestro país, todos aquellos profesores que deseen obtener una certificación oficial para impartir asignaturas en un determinado idioma extranjero, sea inglés o cualquier otro, deben realizar una prueba avalada por el órgano competente.
España tiene un modelo de educación descentralizado, lo que quiere decir que cada comunidad autónoma se encarga de definir las pruebas y los criterios para evaluar a los candidatos que se presenten a las plazas públicas vacantes.
Sin embargo, en lo que sí coinciden todas las regiones que integran nuestro territorio es en que los profesionales de esta área deben demostrar sus capacidades, habilidades, talentos y destrezas a la hora de enseñar un idioma extranjero, especialmente el inglés, que en muchas regiones ya se ha integrado plenamente a los programas curriculares.
El aprendizaje del inglés es cada vez más valorado en nuestra sociedad. Este idioma es considerado, desde hace tiempo, el idioma universal. Este hecho ha motivado la incorporación de esta lengua en el sistema educativo y el nacimiento de centros bilingües, tanto públicos como privados.
Estos centros se caracterizan porque la enseñanza del inglés es global y no se resume a una sola asignatura en la que se enseña este idioma utilizando como lengua vehicular el castellano. En los centros bilingües, son varias las asignaturas que se imparten íntegramente en inglés.
El número de centros bilingües ha crecido de manera considerable desde que se instauró este tipo de enseñanza. Especialmente en determinadas comunidades autónomas. En Madrid, por ejemplo, más de 250.000 alumnos se benefician de este tipo de enseñanza, que es impartida en casi 700 centros educativos, tanto públicos como concertados. No se trata solo de centros de educación primaria o secundaria. Institutos y centros de formación profesional también se están uniendo a esta red de centros.
Para poder impartir clases en estas instituciones, los docentes deben reunir una serie de conocimientos mínimos que garanticen el dominio de esta lengua. Con el fin de confirmar este dominio, todos los años se programa una convocatoria para obtener la habilitación lingüística, documento indispensable para poder ejercer como docente en los centros bilingües.
Si este curso escolar estás trabajando o vas a comenzar a trabajar como docente en un centro bilingüe de la comunidad de Madrid, necesitarás, por tanto, tu habilitación lingüística,
Debes tener en cuenta que cada convocatoria es distinta. Por ejemplo, en algunos casos sólo es necesario que facilites las titulaciones que hayas obtenido a lo largo de tu trayectoria académica para obtener una plaza que se encuentre vacante en cualquiera de los centros financiados con fondos públicos.
Entre las titulaciones más comunes a la hora de obtener la habilitación lingüística se encuentran algunas como la Licenciatura en Filología Inglesa, la Licenciatura en Traducción e interpretación en Lengua Inglesa, el Título de Grado de los Estudios Ingleses o el TOEIC, entre otros.
Sin embargo, en otras ocasiones debes presentarte a pruebas que avalen tu nivel de conocimientos en inglés y tus competencias y habilidades pedagógicas para impartir contenidos o asignaturas que guarden relación con esta competencia.
En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, todos los niveles de la enseñanza obligatoria (educación infantil, primaria y secundaria) exigen que los profesionales que deseen impartir su materia en inglés se presenten a las pruebas diseñadas especialmente para su campo, y para ello fijan un protocolo al cual deben acogerse los candidatos.
Es bueno aclarar que la habilitación lingüística no necesariamente está vinculada a los procesos de oposiciones o selección en centros de enseñanza pública, sino que además es una herramienta a la que pueden optar maestros y profesores de la educación en general que trabajen, o deseen hacerlo, en centros privados concertados.